Querido viajero del Metro que rehúye de la higiene. Recuerda que:
1.- El desodorante no es un artículo de lujo que se venda en un Sánchez Romero, sino de necesidad que encontrarás en cualquier Carrefour.
2.- La ducha no se inventó hasta el siglo XIX, pero tú ya vives en el XXI sin enterarte.
3.- Aunque no lo creas, existe gente que no está de acuerdo con que 1.000 litros de colonia tapa un olor a mofeta muerta.
4.- Tus pedos, y los pedos de todo el mundo, HUELEN MAL (Excepto los de Isabel Presley que huelen a Ferrero)
5.- Tampoco te tires pedos aprovechando el ruido del vagón. No se oirán, pero su rastro mortal se esparcirá como un espíritu errante hasta encontrar su víctima.
6.- El jabón, así como el champú y el gel, no son productos secretos de la NASA que provocan cáncer. Sin embargo, el hedor a cuadra acorta la esperanza de vida de los que suben contigo en el ascensor en un 50%
8.- Presumir,mientras te sujetas en las barras del vagón, de barba talibán en cada sobaco cuando llevas camiseta de tirantes no es ser hipster. Te
lo puede decir aquella persona que se los acaba comiendo en un frenazo
habitual.
9.- Si te huelen los alerones y el desodorante/jabón te produce terror nocturno, al menos, innova en tu vida y prueba a colgarte ambientadores de pino.
10.- Si es verano, y usas chanclas, no te olvides de recortarte los mejillones porque te podrás quedar anclado en una escalera mécanica, poniendo en peligro la seguridad de todos.
11.- Si te quitas/pegas los mocos con la mano, no vuelvas a tocar la barra donde nos apoyamos todos. Es como si cagan en tu casa sin papel y se limpian con el pomo de tu puerta.
12.- Si tu fresco aliento podría convertir en cenizas el Empire State, intenta mascar chicle, te darás cuenta de los resultados cuando descubras que la gente ya no llora cuando le hablas.
12+1.- En definitiva, recuerda que el Metro ya huele a mierda fétida de por sí, así que por tu salud y la de todos... DÚCHATE HABITUALMENTE
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